Lo primero que tienes que procurar es
que el conejo esta calmado, esto a veces es tan sencillo como
taparle los ojos con la mano.
Otras veces te hará falta mas
paciencia y esperar hasta que se tranquilice.
Recoger al conejo de frente:
De rodillas en el suelo frente al
conejo pasa una mano debajo de las costillas y la otra detrás de
sus caderas.
Si su conejo intenta saltar usa la mano
que tienes en sus costillas para dirigir ese salto a tu regazo.
Si quieres desde esta posición subirlo
contra tu pecho pasando la mano que tienes en sus costillas a sus
hombros y manteniendo la otra mano en la cadera.
Recogerlo de espaldas:
De espaldas al conejo coloca una mano
bajo sus costillas y la otra detrás de sus caderas.
Usa la mano de las costillas para
levantarlo y la mano de las caderas para apoyar el peso. Coloca la
espalda del conejo contra ti.
Normalmente es mas fácil sujetar al
conejo si tienes un dedo entre sus patas delanteras, el pulgar a un
lado del conejo y los dedos restantes al otro lado.
Este método es muy útil, por ejemplo,
para que una segunda persona le corte las uñas.
Desde cualquiera de las dos posiciones
anteriores puedes acabar colocando el conejo en posición boca arriba en
tus brazos, como un bebé.
Pasa el brazo que tienes en sus
caderas por detrás de su espalda...
y tumba/sujeta con la mano que
tienes en las costillas.
Levantar un conejo rebelde:
Si su conejo es algo rebelde y se
escapa de los anteriores métodos para levantarlos tal vez con este
te sea mas fácil.
Agarralo suavemente pero con firmeza de
la piel de detrás del cuello (bajo las orejas) con una mano mientras
coloca la otra mano debajo de sus costillas/estómago.
Ahora con la mano de las costillas
aguantando el peso y la mano de la nuca ayudándote para que no
salte, levantalo hacia ti.
Bajarlo al suelo:
Para bajarlo vuelve a colocar la mano
en las costillas, si la habías quitado.
Alejalo de tu cuerpo al mismo tiempo
que lo bajas, siempre de frente a ti.
No olvides premiarlo por su paciencia!
NUNCA levantes al conejo por las orejas
ni por las patas traseras, por mucho que te lo diga el de la tienda de
animales o el criador, puedes causarle, aparte de dolor, futuros problemas y trastornos.
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